PERCEPCIÓN CON NUESTROS SENTIDOS

Desde pequeño, en mi etapa de estudiante los profesores de ciencias no dejaban de repetir que el cuerpo humano es la máquina más perfecta que existe. Pero,¿es cierta esta afirmación? ¿O estamos condicionados por una visión antropocéntrica que nos impide ser objetivos?

En primer lugar, tenemos esta foto. Vemos que la pajita está cortada. Sin embargo, cuando sacamos la pajita del agua, vemos que no se vuelve unir. Este es un caso claro, de los muchos que podemos encontrar por internet o las redes sociales, de ilusiones ópticas.

Si comparamos nuestros ojos con los de otros animales, por ejemplo las abejas, tenemos que estos insectos tienen los denominados ojos compuestos. Nosotros, tan perfectos o, cómo mínimo, más complejos que un insecto, únicamente tenemos los denominados ojos simples.

No vamos a explicar el funcionamiento de un ojo compuesto, sin embargo, sí que nos centraremos en cómo percibimos una imagen con un ojo simple y uno compuesto.

Vemos cómo un ojo compuesto es mejor, que percibe detalles que nosotros los humanos, con un ojo simple, no percibimos.

Otro caso de percepción y de cómo salimos perdiendo con los animales, es en el olfato. Todos hemos visto, cuando ocurre, desgraciadamente una catástrofe natural, la búsqueda con perros en busca de supervivientes. Todos sabemos que los perros tienen un olfato mucho más desarrollado que nosotros, pero no sabemos hasta qué punto. Con este ejemplo, un hecho que la gente no suele conocer, es que los perros están entrenados para encontrar supervivientes, como para detectar cadáveres. 

Voy a centrarme en este caso. Los perros pueden detectar cadáveres debido a que son capaces de oler y detectar la acción de la cadaverina. Nosotros, sin embargo, no somos capaces de detectar esta molécula,ni muchas otras, más allá del típico comentario de “huele a nuevo” o similares.

Por último, voy a comentar un ejemplo centrándonos en el sentido del oído. Todos hemos visto alguna vez los famosos silbatos para perros. Estos silbatos, que no emiten ningún sonido aparentemente, sirven para llamar a los perros, ya que ellos sí escuchan estos sonidos a frecuencias tan altas.

Con estos tres ejemplos, hemos visto varias situaciones donde, bien percibimos el estímulo erróneamente o bien no somos capaces de discernir este estímulo como sí hacen otros animales.