Situación energética actual

SITUACIÓN EN ENERGÉTICA ACTUAL

Joaquín Grifo Albalat

En este pequeño texto, voy a dar mi opinión sobre la situación energética actual y mis razones.

En general, mi visión es bastante pesimista ya que a pesar de las múltiples evidencias que nos ha ido proporcionando la ciencia a lo largo de las últimas décadas, la sociedad parece no ser consciente de la necesidad de un cambio de modelo energético.

Desde principios del siglo XIX, nuestro modelo energético ha estado basado en los combustibles fósiles, primero el carbón (responsable o impulsor de la Revolución Industrial) y desde inicios del siglo XX el petróleo. Creo que es injusto echar la culpa al petróleo y al carbón de todos los males de este mundo, pero su uso desproporcionado y descontrolado ha causado unos efectos secundarios que pueden eclipsar todos sus beneficios. Un ejemplo que pongo siempre, relacionándolo con el cambio climático es esta gráfica. El uso descontrolado del carbón y el petróleo ha provocado un aumento muy pronunciado, en el último siglo, de los niveles de CO2 en la atmósfera. Este hecho, provoca que, además de la contaminación, el cambio climático se esté produciendo a pasos agigantados.

En la siguiente imagen vemos el alto poder energético del petróleo y el carbón, más si lo comparamos con el combustible típico anterior a ellos, la madera. Como he dicho, el problema de estos combustibles no es su bajo rendimiento energético, sino los productos perjudiciales derivados de su combustión.

En la tabla que acabamos de comentar, hay una información interesante y esta es el poder energético del hidrógeno, unas 2'6 veces más energético que, por ejemplo, la gasolina.

Con los datos en la mano, y con toda la información de la que disponemos hoy en día, no se explica el porqué de seguir manteniendo el modelo actual energético y que no hayamos iniciado una transición hacia un modelo energético más sostenible. Tenemos muchas alternativas, que, con el desarrollo y la mejora de las tecnologías, podrían sustituir al petroleo, como pueden ser la energía solar, la energía eólica o el uso del hidrógeno.

En este país, por desgracia, no parece que nuestros políticos estén interesados en el cambio energético. Uno de los ejemplos es que hasta este 2020 no se ha creado el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, para tratar específicamente este problema. Otro ejemplo es la famosa “impuesto al sol” que implantó el anterior gobierno del Partido Popular. No solo desaprovechamos un recurso, como es la gran cantidad de horas de luz solar que tiene nuestro país a lo largo del año, sino que además, le ponemos obstáculos y piedras en el camino a este cambio de modelo energético.

En este país y en el mundo en general, no somos conscientes que nos estamos quedando sin tiempo, el límite según los expertos, en el que si no cambiamos de modelo energético, las consecuencias serán terribles es el año 2030.

A modo de conclusión, y respondiendo a la pregunta de este trabajo, soy bastante pesimista, como ya he dicho, con la situación energética actual, ya que aunque en los últimos años, la sociedad parece estar cada vez más concienciada con la necesidad de un cambio de modelo, sobretodo los jóvenes, esta percepción, puede haber llegado tarde y necesitamos menos buenas intenciones y más hechos concretos.